Guerra civilismo: Etimología: De guerra civil y el sufijo -ismo. Sustantivo masculino
Actitud de reflejar dinámicas o comportamientos propios de la guerra civil española. Exceso de fijación en la época de la guerra civil española. Que incita o promueve la guerra civil.
Uso: despectivo, pretende injuriar los posicionamientos clásicos de la izquierda.
Seguimos con la gira de Los hermanos Machado y las palabras de Antonio y Manuel rebotan con persistencia en mi cabeza confirmándome la necesidad de contar esta conversación que nunca tuvo lugar y que busca, a través de la ficción, dar justicia poética y romper con el silencio y el olvido.
Si en un primer momento la idea de Teatro del Temple fue crear un espectáculo sobre Antonio Machado, en el proceso de investigación previo se nos impuso de forma emocional plasmar en escena la fractura de esta relación fraternal rota por la Guerra Civil española.
Manuel era el mayor de los cinco hermanos Machado y tuvo con Antonio, que era el segundo, una relación tan estrecha que se convirtió en el introductor de su hermano en los cenáculos bohemios de Madrid o París, o que les hizo que años después escribieran juntos cinco obras de teatro.
¿Qué sucedió entonces en esta familia de republicanos convencidos, desde tiempos del bisabuelo, para que mientras uno escribía loas al general Franco el otro la hiciera al general Lister, para que uno hiciera una oración por Jose Antonio, el otro escribiera sobre el fusilamiento de Lorca? ¿Por qué mientras uno es nombrado académico por el bando vencedor en plena guerra el otro muere de forma miserable en el exilio?
¿Qué se hubieran dicho, que sabemos no se dijeron, en esos tres años de contienda si Manuel, en vez de llegar justo cuando Antonio ya estaba muerto, hubiera llegado antes al encuentro de su hermano en Valencia, Barcelona o Colliure?
Como no lo sabemos, porque esa conversación nunca existió nosotros hemos querido que el teatro, la ficción, el lugar en el que se buscan las verdades a través de mentiras evidentes, sea un lugar para el encuentro, donde decir lo que muchas veces no dejamos que en la realidad se diga y suceda.
En este país seguimos con demasiados silencios impuestos por una Dictadura de 40 años, que no satisfecha con finiquitar a media España, impuso un discurso, de forma casi genética, por miedo. Un discurso que los 40 años de Transición y Democracia no han acabado de cuestionar, por interés o por cálculos sociológicos. Porque sí, existe un franquismo sociológico que repite los mismos tópicos distorsionados del fascismo triunfante ochenta años después. Y que acusa de guerra civilismo a cualquiera que pretenda abrir la mirada a las heridas del pasado para tratar de curarlas, ofreciendo vías al diálogo y a la reconciliación real.
En vez de eso, se pretende el silencio, porque en el silencio se mantienen mejor unos relatos nada objetivos y llenos del miedo que una mitad de España pasó por la represión a la que fue sometida por la otra media.
Frente a ese silencio impuesto, por miedo o por la ignorancia que crea el silencio, persiste la necesidad de mirar de nuevo a los ojos y con sinceridad a un pasado que nos atenaza por no resuelto y que nos amenaza con repetirse.
Manuel tenía ganas de hablar con su hermano Antonio y tratar de explicarle las razones ultimas de su posición. Por eso hemos decidido rescatarlos de entre los muertos, ponerlos en el limbo de la escena y hacerles decir lo que no se pudieron decir, ayudados, eso sí, por algunas de las mujeres sobre las que pivotaron sus vidas.
Como la obra ya se ha estrenado y sigue de gira, sabemos que este encuentro no ha sido en vano. Y que los espectadores que acuden a las funciones recogen bien el espíritu de debate sincero que late en su creación. Porque las verdades surgen a veces de montar una gran mentira, como la que se propicia en el teatro juntando a los muertos y reescribiendo cada noche a través de los actores un diálogo que nunca tuvo lugar.