La "Breve antología universal del humor aragonés" de José Luis CANO

RESEÑA:

BREVE ANTOLOGÍA UNIVERSAL DEL HUMOR ARAGONÉS

José Luis CANO RODRÍGUEZ

Zaragoza: Institución Fernando el Católico, 2016, 225 pp.

ISBN: 978-84-9911-387-6

    No solo los bilbaínos nacen donde quieren, los aragoneses también. Dada nuestra variedad geográfica y climática, podemos venir al mundo en el desierto de los Monegros, en una pequeña localidad de alta montaña pirenaica, en una gran urbe, al abrazo de uno de nuestros ríos, etc… Además, señala José Luis Cano, que por nuestra tierra han pasado vascones, suessetanos, sedetanos, iacetanos, ilergetes, celtíberos, romanos, visigodos, árabes, judíos y ahora recibimos población del lejano oriente, lo que sin duda ha marcado el carácter aragonés, el desarrollo arquitectónico y el humor que, como señala José Luis Cano, es el de los sabios antiguos siendo estos nuestros padres adoptivos, por tanto son aragoneses los nacidos más allá de nuestras fronteras e incluso el de padres predilectos nacidos en Aragón.

    José Luis Cano Rodríguez es pintor, dibujante y humorista gráfico. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge (Barcelona), en el Estudio Rabadán y en la Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza. Forma parte del Grupo Azuda 40 y del Colectivo Plástico de Zaragoza. Crítico de arte y viñetista en Andalán y colaborador en El Día, El Periódico de Aragón y Heraldo de Aragón. Una selección de las tiras publicadas en Heraldo de Aragón fue recopilada en 2001 en el libro Polvos y lodos. Realiza diseño gráfico e ilustraciones de diversa índole, junto a sus importantes murales del Torreón Fortea y el Museo Pablo Gargallo en Zaragoza. Su obra ha podido verse en las más de cuarenta exposiciones que ha realizado desde 1970. Entre ellas, destaca especialmente la retrospectiva Diálogo de sordos, que pudo verse en 2007 en la Lonja de Zaragoza. Autor de maravillosos libros, ha acercado a pequeños y mayores personajes ilustres aragoneses (Goya, Buñuel, Gracián, Ramón y Cajal, Costa, Marcial, Servet, María Moliner, Fernando el Católico…), nos ha acercado al análisis de diversa temática aragonesa con El esquizoide carácter aragonés (2005), Eclesiastés aragonés (2017). Cano ha sido premiado y reconocido con diversos galardones. En 2002 recibió la Medalla de Oro «Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal» otorgada por la Diputación Provincial de Zaragoza por toda su trayectoria profesional y en 2009 fue nombrado hijo predilecto de Zaragoza.

    A lo largo de treinta y tres capítulos, unos materiales gráficos complementarios y un estudio preliminar de José Luis Calvo Carilla, Cano une chistes, anécdotas, curiosidades, coplas, jotas y personajes diversos a un ritmo trepidante en esta Breve antología universal del humor aragonés.

   El autor nos indica cómo es el humor aragonés a través de figuras somardas aragonesas y somardas internacionales. Al somarda, nos señala Cano, no se le ve venir, ni es humorista, ni bromista. Tampoco es el humor somarda como el humor baturro, que tanto daño nos ha hecho a los aragoneses, pues fuera de nuestras fronteras nos imaginan con una boina calada hasta las cejas y confundiendo la bondad con la idiotez.

   El humor aragonés somarda tiene padres adoptivos, indica Cano, recordando anécdotas de Diógenes, aragonés nacido en Turquía, el aragonés Chuang Tzu de China, Nasrudín, aragonés de Mongolia, Drukpa Kunley, aragonés del Tíbet, Oscar Wilde, aragonés de Dublín o Ambrose Bierce, aragonés nacido en Ohio y otros tantos herederos de ese somardismo. No olvida los somardas nacidos en nuestra tierra, como Buñuel, Gracián, Marcial, Goya, etc…

   En el título del libro Breve antología universal del humor aragonés, se adivina que el propio autor es un somarda, al unir dos contrarios como son: universal y aragonés.

   José Luis Cano rastrea en Internet lo que es ser somarda. Su blog (https://joseluiscano.blogia.com/ «de profesión incierta», activo hasta 2017) sale en numerosas ocasiones, lo que lo convierte en una persona para hablar con conocimiento del tema. Aunque el autor nos indica que estudió Bellas Artes en Barcelona y cuando quiso aprender Teoría del Arte cayó en una parálisis creativa, por ello Cano saca a relucir su humildad y nos señala que quizás un somarda no es el que mejor sabe sobre somardismo. Horacio señaló, nos dice el autor zaragozano: «Los moscardones, por ejemplo, no saben Ciencias Naturales».

    La RAE no tiene una entrada con la acepción de somarda. María Moliner define somarda como «una persona solapada, que, con apariencia de torpe, sin hablar y ocultando pensamientos, hace lo que le conviene» o como dice Javier Coronas, «tonto tonto, mierda mierda». El somarda dice la frase justa, es breve, habla en el momento oportuno, es discreto y orgulloso.

    A lo largo de las páginas que componen este libro, Cano repasa de manera jocosa diversos temas: el carácter, la comida, la religión, el sexo, la filosofía, la muerte, etc.

    Es fácil leer el libro rápidamente, pues la retahíla de hechos graciosos te invita a devorarlo de un tirón, pero es mejor saborearlo poco a poco, parar a pensar cada chiste, canción o anécdota, que recopila el gran José Luis Cano.

    Imprescindible su lectura.